Una tarde de invierno soleada en París: el momento es ideal y la luz perfecta para salir del Taller Grès en busca de inspiración. Lumière Blanche de Parfums Grès encarna el encuentro del calor y el frío, la inocencia y la sensualidad, la realidad y la imaginación.
La fragancia se abre con una nota fresca y aterciopelada de mandarina y melocotón.
A continuación, las flores blancas de personalidad dual entran en escena: la tímida flor de naranjo del Jardín de las Tullerías se entrelaza con la sensualidad del nardo de los salones parisinos.
Mientras los últimos efluvios de nardo se atenúan, el perfume se termina con un placentero acorde de almizcle.
Joven, fresca, mística y sin embargo, no tan inocente: es así como Parfum Grès imagina a la mujer Lumière Blanche. La atmósfera de la imagen, algodonada y casi sobrenatural, se hace eco de una tarde de invierno soleada.